jueves, 10 de julio de 2014

¡SÉ FELIZ EN VACACIONES!

Gracias, Señor, por este curso que ahora concluye.

Nos has dado, un amor sincero hacia nuestros alumnos y un profundo respeto por los dones particulares de cada uno.

Hemos intentado ser maestros fieles y cercanos, con los ojos puestos en el bien de todos ellos. Impartimos el conocimiento con humildad, escuchamos con atención, colaboramos de buena gana, y buscamos el bien último de aquellos a los que enseñamos.

Hemos intentado comprender, aliviar, animar y perdonar. Abrir sus corazones y sus mentes a la verdad.

Queríamos enseñarles el sabor de la vida y la pasión por aprender. Ahora, cuando finaliza el curso, hemos de admitir nuestras limitaciones, la dificultad para empezar cada día con esperanza y la paciencia y el humor que hemos necesitado para seguir educando.

Hemos aceptado a cada alumno como venido de tus manos. Cada uno de ellos ha sido para nosotros una persona única, con sus valores y también con sus incoherencias.

Hemos tenido la oportunidad de dar a muchos jóvenes luz y esperanza, el valor del esfuerzo y de la reconciliación. Sabemos que confiabas en nosotros para comunicarles que les amas y que siempre estás a nuestro lado.




 Bendice nuestra labor realizada, nuestros esfuerzos, nuestra dedicación y preocupación por ellos. Que este trabajo dé fruto en nuestros alumnos y estimule nuestra vocación de educadores.

Que aprendamos de los errores, de la sabiduría del pasado. Que la vida, la relación de ayuda de unos para con los otros nos enriquezca. Que el descanso vacacional renueve nuestras fuerzas.

Que la serenidad y el silencio nos ayuden a escuchar tu Palabra y tu ejemplo nos mueva a seguir sembrando el bien y la verdad.
 
   ¡FELIZ  VERANO!