domingo, 8 de noviembre de 2015

APRENDEMOS DEL SEÑOR PARA ENSEÑAR

ORACION   DEL   CLAUSTRO   DE   PROFESORES

Señor, en tu presencia
queremos reconocernos como lo que somos:
hijos e hijas amados tuyos,
educadores y educadoras vocacionados e inquietos.

Cada uno de nosotros
vive este momento de su vida
apasionado por algún proyecto,
con alegría porque la vida en familia parece fortalecerse,
preocupado por la marcha de algunas cosas,
quizá ansioso por querer ver crecer
lo que planta con tanto esfuerzo cada día,
con satisfacción porque se siente realizado en lo que hace;

Impaciente por lo que no llega
el momento esperado en que todo vaya bien,
con dolor porque alguien se nos está yendo o se ha ido ya,
con impotencia porque nuestros alumnos o alumnas
no parecen estar a gusto con nada,
con ganas de seguir adelante
pese a las dificultades y zancadillas de la vida;


Con profundos deseos de paz
para todos los seres humanos
de este precioso planeta;
con amor que, a fin de cuentas,
es lo único que nos hace dar
lo más y mejor de nosotros mismos.

Señor, en tu presencia
nos reconocemos sembradores:
te pedimos que nos des las fuerzas necesarias
para acompañar a nuestros alumnos y alumnas
por el camino de la vida,
para que aprendan a entrar en el desierto,
dejarse interpelar por tu Palabra
y descubrir  la riqueza de habitar el silencio;

Te pedimos que nos des las fuerzas necesarias
para llevar a cabo nuestra misión
y nuestras tareas gratuitamente,
con el testimonio de nuestras vidas
y el esfuerzo, siempre continuo,
de sembrar tu Palabra
y ser Verdad y Caridad para con todos,
de manera que este mundo
sea cada vez más  parecido a tu Reino. Amén.