Durante cuatro semanas nos hemos preparado para el nacimiento del niño Jesús. Necesitamos cambiar, ser más buenos con los demás, aprender a decir siempre la verdad, ayudar a todos en lo que podamos hacer, compartir siempre y dar gracias por todo lo que el Señor nos ha dado. Queremos recibirte, Jesús, con los brazos abiertos y dispuestos a vivir como nos enseñas, haciendo el bien y amando a los demás.