domingo, 23 de febrero de 2014

EDUCACIÓN EMOCIONAL

La Brújula para la escuela del siglo XXI

¿Qué es educar?

  La raíz etimológica de educar es “ex – ducere”: acompañar, sacando lo mejor de cada uno desde dentro hacia fuera.
  El educador acoge y no impone, acepta al niño tal y como es y le acompaña en su búsqueda de la excelencia. El niño asume que el deseo de aprender nace desde dentro y no desde fuera. Él es el protagonista y su mundo emocional la brújula que lo orienta.
  Todo esto implica aprender a capitanear nuestro propio mundo emocional y encontrar manuales personalizados que uno mismo es capaz de gestionar y que requieren de una serie de habilidades concretas que, a su vez, serán básicas para la vida y nuestro bienestar.

Crear espacios educativos con cabeza y corazón.

  La Inteligencia emocional es “aquella que comprende la habilidad de supervisar y entender las emociones propias así como las de los demás, discriminar entre ellas y utilizar esta información para guiar nuestro pensamiento y nuestras acciones”.
  En el ámbito educativo se ve cada vez más necesario incluir la educación de las emociones en el currículo escolar. El trabajo con las emociones es algo que debe y puede moldearse en cualquier etapa del sistema educativo.
  Aquellos alumnos que han sido entrenados en el desarrollo de habilidades emocionales obtienen un mejor rendimiento en el mundo académico y más éxito en su vida.
  Educar a los alumnos en habilidades cognitivas y emocionales favorecen el verdadero aprendizaje integral. Se trata de aprender a ser feliz con uno mismo y con los demás.
  El objetivo fundamental es buscar la mejor manera de educar a las personas para que puedan afrontar los retos que les va a deparar la vida.
  Cualquier ámbito educativo que dedique parte de su línea de trabajo al enriquecimiento emocional, estará generando en los alumnos valiosos recursos que le ayudarán a tener una vida más equilibrada, saludable y exitosa.
  Atender, comprender, gestionar emociones, autoestima, la automotivación, la empatía o las habilidades de relación se convierten en temario de formación. Tener en cuenta estas habilidades es la única manera de dar luz y esperanza a la escuela.

Un soplo de esperanza:

  Educar sobrepasa los límites de la razón para acercarse más que nunca al corazón y da paso a una nueva escuela.
Se trata de aprender a vivir y convivir con emoción y creatividad. Aprender a escuchar al corazón para transformarlo:
Ø      En la luz que necesitan muchos niños y niñas
Ø      En la ayuda incondicional que necesitan padres y madres
Ø      En el apoyo pleno hacia nuestros compañeros
Ø      En el amor necesario e infinito que necesita urgentemente la sociedad del siglo XXI.






 
 
  PARA  CONOCERNOS:

  Esta es la historia de tres amigos:

  D. Paquete  Bonito Vacío:
 
  Es todo fachada, piel, imagen. Si le quitas la corteza, el envoltorio, te quedas sin nada. Es orgulloso, superficial. Hace las cosas por quedar bien, por el provecho que pueda quedar para sí. Es el hombre de las mil caras.
  En la comunicación, sus palabras suenan a hueco. Su decir no corresponde a su ser. A los superficiales los engaña con facilidad, tiene éxito con ellos.
  Realmente sabe quedar como un señor delante de los demás. Pero como está vacío por dentro, no da nada que valga la pena. ¡Qué gran vacío interior!.
  Todos aquellos que se relacionan con él quedan, a la larga, tan vacíos como él. Su labor no servirá para nada, no durará en las personas.


  Srta. Jarra  Sencilla  de  Cristal:

  Es una persona sencilla, no llama la atención, pasa inadvertida.
  Hace siempre los servicios más discretos. No se da importancia. Está con todos y para todos. Da y se da con la mayor naturalidad, sin esperar recompensa, quitando importancia a lo que hace, no se hace notar, no hace ruido.
  Está convencida de que todo lo que sabe, tiene y es se lo debe a los otros, a Dios.
  No oculta sus limitaciones o cualidades, ni sus ideas o creencias. Es muy transparente, deja traslucir su sencillo, pero rico mundo interior.
  Se siente pobre y frágil, necesitada de todos, abierta a acoger, recibir y escuchar a todos.
  Ha hecho la experiencia de que cuanto más da, más se enriquece; de que cuanto más ama, más es.
  Está siempre dispuesta a servir.

  Sra. Lupa Mirada Profunda:

  Lo que más fascina de su persona es la mirada.
  Mira con el corazón y sabe disculpar los fallos y valorar hasta los pequeños detalles. Mira con el corazón y nada que valga la pena pasa inadvertido a sus ojos. No se deja engañar por la corteza de las cosas, ni por la apariencia de las personas.
  Mira el corazón y detecta lo que vale y lo que no vale, lo que es fundamental y lo que es accesorio, lo que es envoltorio y lo que es riqueza interior, lo que está realmente sano y lo que huele a podrido, lo que ha germinado ya y lo que dará fruto a largo plazo.
  Como mira con el corazón es tremendamente compasiva, comprende y perdona los fallos humanos y está siempre dispuesta al perdón y a la ayuda. No, no es ningún vigilante que descubre el error para castigarlo. No, siempre deja tiempo, da una y mil nuevas oportunidades para el cambio y la mejora.
  Mira el corazón y ve las intenciones profundas de la gente y el valor real de cada persona. Lo mejor que tiene es su coherencia. Una coherencia entre lo que dice y lo que hace, lo que aprende y lo que enseña, lo que cree y lo que vive.
  Es sencillamente formidable.

  REFLEXIÓN  PERSONAL:

  ¿Qué te parecen estos tres amigos? ¿Hay personas que se les parecen? ¿Con cuál me identifico y por qué? ¿Tengo alguna cosa de todos ellos?

  Pensando en la LUPA:

¿Soy profundo/a? ¿Se ver más allá de las apariencias? ¿Qué características de la lupa creo tener y cuales no poseo? ¿En cuáles tengo que trabajarme?