¿Qué es educar?
La raíz etimológica de educar es “ex – ducere”: acompañar, sacando lo mejor de cada uno desde dentro hacia fuera.
El educador acoge y no impone, acepta al niño tal y como es y le acompaña en su búsqueda de la excelencia. El niño asume que el deseo de aprender nace desde dentro y no desde fuera. Él es el protagonista y su mundo emocional la brújula que lo orienta.
Todo esto implica aprender a capitanear nuestro propio mundo emocional y encontrar manuales personalizados que uno mismo es capaz de gestionar y que requieren de una serie de habilidades concretas que, a su vez, serán básicas para la vida y nuestro bienestar.
Crear espacios educativos con cabeza y corazón.
En el ámbito educativo se ve cada vez más necesario incluir la educación de las emociones en el currículo escolar. El trabajo con las emociones es algo que debe y puede moldearse en cualquier etapa del sistema educativo.
Aquellos alumnos que han sido entrenados en el desarrollo de habilidades emocionales obtienen un mejor rendimiento en el mundo académico y más éxito en su vida.
Educar a los alumnos en habilidades cognitivas y emocionales favorecen el verdadero aprendizaje integral. Se trata de aprender a ser feliz con uno mismo y con los demás.
El objetivo fundamental es buscar la mejor manera de educar a las personas para que puedan afrontar los retos que les va a deparar la vida.
Cualquier ámbito educativo que dedique parte de su línea de trabajo al enriquecimiento emocional, estará generando en los alumnos valiosos recursos que le ayudarán a tener una vida más equilibrada, saludable y exitosa.
Atender, comprender, gestionar emociones, autoestima, la automotivación, la empatía o las habilidades de relación se convierten en temario de formación. Tener en cuenta estas habilidades es la única manera de dar luz y esperanza a la escuela.
Un soplo de esperanza:
Educar sobrepasa los límites de la razón para acercarse más que nunca al corazón y da paso a una nueva escuela.
Se trata de aprender a vivir y convivir con emoción y creatividad. Aprender a escuchar al corazón para transformarlo:
Ø En la luz que necesitan muchos niños y niñas
Ø En la ayuda incondicional que necesitan padres y madres
Ø En el apoyo pleno hacia nuestros compañeros